Queridos diocesanos:
Me parece acertar si digo que muchos ya conocéis
la finalidad de los Sínodos de Obispos que habitualmente convoca el Papa
para estudiar y tomar decisiones sobre un determina do tema que le
preocupa y que interesa a toda la Iglesia.
El último Sínodo, dividido temporalmente en dos
partes, trató el tema del matrimonio y de la familia cuyo fruto más
significativo fue la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia (2016).
Muchos de vosotros habéis leído el texto del Papa que resume una gran
cantidad de reflexiones de obispos de todo el mundo con técnicos y otros
invitados que durante dos meses, reunidos en Roma, trataron el tema
propuesto. Por supuesto hubo una preparación previa con encuestas y
petición de datos a centros universitarios, a comunidades diocesanas y a
todos los obispos. El tiempo de esta preparación fue de casi dos años.
El próximo 3 de octubre empezará en Roma la XV
Asamblea General Ordinaria de un nuevo Sínodo. El tema de reflexión
tiene el siguiente título Los jóvenes, la fe y el discernimiento
vocacional. Acabará el día 28 del mismo mes. Este acontecimiento ha
estado precedido de muchas consultas, trabajos y estudios que, promovido
por la misma Secretaría, han llegado a todas las comunidades de la
Iglesia universal. Ya hace tiempo que muchos grupos, sobre todo aquellos
con especial responsabilidad con los jóvenes, trabajan aportando ideas y
experiencias para que en la Asamblea sean estudiados. Así lo hemos
hecho también en nuestra diócesis. Recordáis que el último Aplec de
l’Esperit de todas las diócesis catalanas, celebrado en Tortosa, tuvo
también una clara referencia sinodal.
Con las aportaciones recibidas de todo el mundo se
ha confeccionado un texto o instrumento de trabajo, que será la base de
los diálogos y las discusiones de la Asamblea. Este texto es público y
se ha enviado a todas partes para que se conozca y se enriquezca.
Contiene tres partes y una conclusión; empieza con una presentación y
una introducción en la que explica las finalidades del Sínodo y el
método del discernimiento. Los títulos de las partes son los siguientes:
I. Reconocer: la Iglesia en escucha de la realidad (desarrollado en
cinco capítulos). II. Interpretar: fe y discernimiento vocacional (con
cuatro capítulos). III. Elegir: caminos de conversión pastoral y
misionera (con cuatro capítulos). La conclusión tiene tres pequeños
apartados: La vocación universal a la santidad; la juventud, un tiempo
para la santidad; jóvenes santos y juventud de los santos. Acaba este
documento con una oración para el Sínodo.
Con esta breve información os pido a todos tres
cosas: que oréis por los frutos de este Sínodo, que os preocupéis de los
jóvenes que viven a vuestro lado, en las familias o en las parroquias, o
en los colegios o distintos grupos de formación o de tiempo libre, y
por último que nos exijáis a los pastores de la Iglesia y restantes
responsables juveniles coherencia y valentía para hacer frente a los
problemas y desafíos que nos presenta la juventud actual. Coherencia
(palabras y obras) hacia nuestros jóvenes católicos y valentía para
presentar con mucho ánimo y esperanza el mensaje de Jesucristo a todos
aquellos que no lo han escuchado nunca o, después de su iniciación
cristiana, se han cansado o no participan en nuestras comunidades de fe.
Con mi bendición y afecto.
† Salvador Giménez Valls. Obispo de Lleida