Procesión del Silencio


Después de casi un año esperando ese momento mágico que la Cruz Guia de nuestra Cofradía se sitúe, bajo el dintel del arco de la puerta de la Iglesia Románica de Sant Martí, llegaron las 12 de la noche de este Jueves Santo, y el murmureo de la gente que se había reunido para presenciar la salida del Cristo de la Agonía de la Iglesia, silenció al instante que se habrían las puertas para dar inicio a nuestra Salida Penitencial.

Momentos antes de la salida, con la presencia del Obispo de la Diócesis se realizó la Oración de Salida, donde todos los penitentes participantes en la Procesión pudieron realizar un rezo para el buen devenir de la Procesión.

Las diferentes cofradías participantes en la Procesión fueron efectuando su salida, precedidas por sus respectivos estandartes, para dar paso al Trono del Cristo de la Agonía, que con sus maniobras ensayadas, salvan la salida donde apenas 5 centimetros de margen para que trono procesional salga de la Iglesia Románica, para después salir la Presidencia eclesiástica, que estaba formada por el Obispo de la Diócesis, MN. Salvador Giménez, nuestro Consiliario Mn. Vicenç Alfonso, el Rector de la Parroquia de Sant Martí, Mn. Daniel Turmo, el adjunto a Sant Martí y hermano cofrade Mn. Joan Torrelles, para continuar con la presidencia civil encabezada por nuestro Hermano Mayor, José Manuel Gómez, el alcalde accidental, Félix Larrosa, y los concejales Joan Vilella y Paco Cerdá.
Seguidamente la sección de mujeres de mantilla, para dar paso a la Cofradía de la Piedad que cierra el cortejo procesional.
Varias saetas cantadas durante el itinerario, pararon el paso del Cristo de la Agonía, que llegado a la la altura de la Puerta de la Misericordia de la Catedral, donde se realizó Solemne Estación de Penitencia, pasando toda la procesión por el templo para retomar el camino del recorrido de la salida penitencial, llegaba los momentos de la calle La Palma, Calle del Bisbe y Calle Tallada, para encarar la calle San Carles y ver al fondo de la calle Jaume I el campanario de la Iglesia Románica de Sant Martí, donde los tambores de la Cofradía de la Casa de Aragón ya estaban preparados para la Rompida del Silencio.
Roto el Silencio, dentro del templo una vez las imágenes dentro del mismo, se realizó la oración para el final de la salida en Procesión, dando paso a los abrazos de los hermanos cofrades una vez realizada la salida penitencial y realizada con todo éxito.