Apuntarse a la religión en la escuela
Es posible que algunos lectores no estén del todo a
gusto con el tratamiento dado a la religión católica en la escuela. Las
razones esgrimidas por los diferentes grupos sociales o por
determinados individuos serían diversas y, por supuesto, contra rias
entre sí.
Algunos llegarían a borrar la asignatura del
currículum escolar. Por el contrario, otros, siguiendo el sentir y la
realidad escolar de muchos países europeos, manifiestan su opinión de
que es una materia que completa la educación integral de los alumnos y
favorece la comprensión de su propia historia y de su propio mundo. Las
razones de quienes abogamos por la presencia de la enseñanza religiosa
escolar son variadas y, según mi criterio, de mucha consistencia.
Empecemos por delimitar el campo de nuestra
atención con una sintética definición o descripción. Podemos afirmar que
la enseñanza religiosa escolar es una mediación eclesial para
transmitir los conocimientos de la fe y al servicio de la
evangelización. Su peculiaridad consiste en presentar el mensaje y
acontecimiento cristiano, en sus elementos fundamentales, en forma de
síntesis orgánica. Una presentación explicitada de modo que pueda entrar
en diálogo con la cultura y ciencia humanas, a fin de procurar al
alumno una visión cristiana del hombre, de la historia y del mundo, y
abrirle desde ella a la cuestión del sentido últi mo de la vida.
La enseñanza de la religión enriquece al alumno en
tres aspectos importantes para la formación de la persona: le brinda
motivos para vivir (por qué y para qué), le ofrece valores morales a los
que adherirse, y le indica caminos para orientar su comportamiento.
Constituye una aportación específica al desarrollo de las capacidades
espirituales, religiosas y morales y, en consecuencia, a la
fundamentación de los valores morales, las virtudes cristianas y la
opción por el bien y la verdad.
Es cierto que la educación de nuestros niños y jó-
venes se da en tres ámbitos, que se complementan y enriquecen: la
familia, la escuela y la parroquia. Este era el argumento de un
documento episcopal del año 2013, y que en este escrito tratamos de
resumir. Los padres interesados en la materia podéis recurrir a sus
páginas. Fortaleceréis las razones de la opción por la asignatura de
religión, que personalmente os aconsejo y que la normativa legal actual
permite. No os voy a cansar con la cita de disposiciones legales que a
lo largo de los años han emitido las autoridades administrativas y
académicas. Tampoco recordar los artículos de la Constitución, tantas
veces invocados y que algunos pretenden ignorar. Hay mucha legislación
que fundamenta la correcta aplicación de la asignatura de religión en la
escuela. Sólo hace falta voluntad para aplicarla sin tensiones
innecesarias ni trampas administrativas.
Hago una llamada a los padres y a los alumnos con
capacidad de opción para que completen su educación con la amplia mirada
de la cosmovisión cristiana. Resumo los objetivos específicos que se
pretenden conseguir en la religión católica escolar: elaborar un
itinerario básico y complementario de educación en la fe, analizar los
elementos de la cultura contemporánea, promover el conocimiento de la
persona, la obra y el mensaje de Jesucristo, fundamentar la educación en
valores y virtudes a partir del Evangelio, analizar y responder a las
cuestiones fundamentales propias de la infancia, adolescencia y
juventud, promover y facilitar la incorporación a la comunidad creyente y
que se solidariza con los grandes problemas de la humanidad, iniciar y
valorar la interioridad de los alumnos descubriendo la oración como un
elemento básico de sus vidas. Un gran programa al que vale la pena
apuntarse y seguir en la escuela.