Carta semanal del Obispo de Lleida

Las prioridades pastorales
Ya os comenté el importante significado de la Asamblea Diocesana celebrada a finales del pasado mes de mayo. He manifestado también mi alegría y satisfacción por el desarrollo de la misma, así como por las aportaciones de los asistentes. Para todos, en nombre de la comunidad diocesana, mi gratitud. Ahora, al principio de un nuevo curso, me gustaría recordar en forma muy resumida algunas afirmaciones o aportaciones expresadas en la Asamblea, que nos empujan a todos a seguir en el empeño de cumplir con las prioridades pastorales que nos propusimos para este trienio 2016-2019. 

Los católicos de Lleida, siguiendo la línea trazada por el papa Francisco para toda la Iglesia, querrían centrar su esfuerzo y atención en estas cinco acciones: la propia conversión personal, hacer de las parroquias unas comunidades acogedoras y evangelizadoras, mejorar la coordinación entre las parroquias y las delegaciones, la atención pastoral vocacional y, por último, potenciar la Visita Pastoral. La atención de dicha Asamblea se redujo a las tres primeras. Sobre las mismas se afirmaron
cosas tan bellas como las siguientes: 
—«La trobada amb Jesús ens ha donat una manera immillorable de viure.»
—«Apropar-nos als pobres i marginats. Actuar al carrer o barri, sent testimoni.»
—«Creure que estem en una situació de crisi,que ens ha de dur a un canvi més autèntic i esperançador.»
—«Sentir-me cada vegada més estimat per Déu i viure la seva presència en la comunitat parroquial.»
—«La comunitat cristiana sempre hi és, abans i després de tu.»
—«Col·laborar amb accions concretes com llars d’infants, de jubilats, de gent vulnerable o exclosa.»
—«Apropar l’Eucaristia i la resta de sagraments a persones que se senten excloses o allunyades.»
—«Hem de fer més cursos bíblics i recessos, tot de cara a millorar la nostra formació.»
—«Passar de parròquies de manteniment a parròquies missioneres.»
—«Caldria revisar el tracte personal amb els que vénen de nou o de forma circumstancial.»
Estas afirmaciones son parte de las muchas que se escucharon en la Asamblea. Algunas a título individual, otras fueron expresadas por algún grupo. Es cierto que en ellas se unen constataciones y deseos, pero en todas se respira una voluntad de mirar con realismo nuestra diócesis y tratar de utilizar los medios a nuestro alcance para mejorarla. En las reuniones de los Consejos Presbiteral y de Pastoral, celebradas en junio, se valoró el desarrollo de la Asamblea, se analizaron todas las propuestas y se insistió en dar mucha importancia a la formación personal permanente, a la atención a la familia donde empieza el anuncio cristiano y al seguimiento educativo de niños y jóvenes, a ser sinceros y exigentes ante los retos que nuestra sociedad presenta, porque el mensaje de Cristo es una respuesta válida para una mayor justicia y solidaridad. En definitiva, vivir la caridad tratándonos como hermanos. 
Muchas más líneas de actuación se apuntaron. Sólo queda resaltar el tono alegre y entusiasta de todos los que así se han expresado.
† Salvador Giménez Valls Obispo de Lérida