La unidad de los cristianos
Queridos diocesanos:
Habéis constatado que un domingo del mes de enero lo dedico a un
comentario sobre esta importante iniciativa de rezar por la unidad de
todos los cristianos. Es una Semana de Oración, del 18 al 25 de enero,
en la que todas las comunidades piden al Señor «que sean uno, como tú, Padre en mí y yo en ti» (Jn
17,21). Estas fechas fueron propuestas en 1908 por Paul Watson para
cubrir el período entre la fiesta de san Pedro (la Cátedra) y de san Pablo (la
Conversión). Desde un principio se denominó Octavario y fue bien
aceptado por todos. A este tema se le dio especial importancia en el Concilio Vaticano II
(1962-1965) y más tarde, en el año 1995, el papa san Juan Pablo II
publicó una encíclica muy hermosa que tituló Ut unum sint en la que
explica cómo se puede concretar ese deseo-mandato del Señor en estos
momentos.
La semana tiene un lema que pretende configurar el
sentido de la oración y de las acciones litúrgicas que se celebren. El
texto bíblico para este año está tomado del libro del Deuteronomio
(16,20) «Actúa siempre con toda justicia». En un mundo en el que la
corrupción, la codicia y la injusticia crean desigualdad y división, la
oración es un medio ideal para luchar contra este mal, sabiendo que
también nosotros, cristianos y comunidades, muchas veces somos cómplices
de esa situación tan extendida por la geografía y que tan profundamente
se asienta en el corazón del ser humano. A pesar de todo, estamos
llamados a dar testimonio común a favor de la justicia y ser
instrumentos de la gracia sanadora de Cristo para un mundo quebrantado.
Los materiales y las indicaciones para este año
han sido preparados por cristianos de Indonesia. Este país, de 265
millones de habitantes, tiene sólo un 10% de cristianos, de distintas
tradiciones; prácticamente el resto es población musulmana. Posee más de
17.000 islas, unos 1.340 grupos étnicos diferentes y más de 740 lenguas
locales, si bien han conseguido estar unidos en su pluralidad por una
lengua nacional, el indonesio. Gran parte del crecimiento del país se ha
basado en un sistema que tiene en su corazón la competitividad. La
corrupción está presente en muchas formas; infecta la política y los
negocios, con consecuencias devastadoras para el medio ambiente.
Además, la brecha entre ricos y pobres ha aumentado mucho.
En tal contexto, las comunidades cristianas toman
conciencia nuevamente de su unidad al jun tarse ante una misma
preocupación y para dar una respuesta común a una situación injusta.
Movidos por ello, los cristianos de Indonesia encontraron que las
palabras del Deuteronomio, que figuran como lema, hablaban poderosamente
a su situación y a sus necesidades. Es cierto que el contexto de la
frase está en un capítulo que tiene como tema central las fiestas que el
pueblo de la Alianza debía celebrar. Descubrirá más adelante que la
fiesta que anuncia y realiza Jesús es el banquete de la Nueva Alianza al
que todos estamos llamados, sobre todo los que tienen hambre y sed,
«porque suyo es el reino de los cielos» (Mt 5,6-10). Para profundizar en
la reflexión sobre la unidad y la justicia, se ha escogido un
desarrollo temático para cada día.
Desde estas líneas os pido a todos que participéis
en cuantos actos organicen vuestras parroquias y comunidades. La
Delegación Diocesana de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso hace un
trabajo intenso de animación a lo largo del año. Estamos muy agradecidos
por ello ya que nos impulsa a orar y trabajar por la unidad de los
cristianos.
Con mi bendición y afecto.
† Salvador Giménez Valls
Obispo de Lleida
Obispo de Lleida