Los jovenes y el Aplec del Esperit
Una de las principales líneas de actuación de la
Iglesia es transmitir la fe recibida; es dar a conocer la persona, el
mensaje y la obra de Jesús de Nazaret; es evangelizar. Distintosverbos
para designar la mismarealidad comunicativa. Y esto obliga a todos los
bautizados. Es una consecuencia clara e ineludible de sucompromiso
cristiano. A título personal y también como parte de la mismacomunidad
cristiana que se presenta ante la sociedad como depositaria del misterio
de Cristo.
“Cuando la Iglesia convoca a la tarea
evangelizadora, no hacemás que indicar a los cristianos el verdadero
dinamismo de la realización personal…Recobremos y acrecentemos el
fervor, la dulce y confortadora alegría de evangelizar, incluso cuando
hay que sembrar entre lágrimas”, leemos en la Exhortación Apostólica La
alegría del evangelio del papa Francisco, que recoge las palabras de
otra Exhortación del papa Pablo VI (1975). Siempre apelando a los dos
niveles, el personal y el comunitario, exigiendo la palabra y el
testimonio de cada cristiano y proponiendo la alegría como actitud
básica de actuación.
Mucho se ha insistido últimamente en
la gran preocupación de transmitir la fe a los niños, adolescentes y
jóvenes. En todas las parroquias se proponen planes de formación,
catequesis, encuentros juveniles de tiempo libre, experiencias de
oración o atención a la celebración de los sacramentos para los más
jóvenes de la comunidad. Muchos de vosotros guardáis un grato recuerdo
de estas experiencias cristianas. Ahora nos invade la perplejidad al
comprobar la exigua asistencia de jóvenes a nuestras llamadas, y debemos
superar la situación con nuevas ofertas formativas,acomodadas a cada
edad, para que conozcan mejor a Jesucristo y puedan vivir en la Iglesia
el compromiso que de ese conocimiento se deriva.
Me parece muy necesario y loable el
intento de no renunciar nunca a convocar a los jóvenes a participar en
un itinerario de fe. Me parece importante pedir la colaboración de todos
para renovar y ayudar en dichaparticipación: padres, catequistas,
profesores, educadores de tiempo libre, sacerdotes y todosaquellos que
sientan la necesidad de inculcar los valores del evangelio en la vida de
los jóvenes, de humanizar sus relaciones con la fraternidad y el
respeto a la dignidad. Que vuelvan a poner en el centro de sus vidas a
Jesucristo, como una luz que les guía siempre y en cualquier
circunstancia.
Todo esto os lo digo para anunciar un
acontecimiento juvenil muy importante: la celebración de l’APLEC DE
L’ESPERIT, en la ciudad de Tortosa, en la Solemnidad de Pentecostés (19 y
20 de mayo). Además del anuncio,quiero invitar muy encarecidamente a
todos los jóvenes a participar; a todas las familias y comunidades
cristianas a favorecer la asistencia y a todos los diocesanos a rezar
para que esta fiesta sea un alegre y profundoencuentro eclesial. Que el
Espíritu Santo transforme sus vidas para un crecimiento personal más
auténtico y un servicio de caridad más amplio.
L’APLEC es un encuentro que los
obispos de la Tarraconense convocan cada dos años en una ciudad de
nuestro territorio. Son dieciocho años de experiencia. El de este año
tiene un lema con un fuerte impacto, CRIST ÉS LA VIDA, que nos interpela
y compromete a todos. Se añade a esto la importancia de situar
sucelebración en el marco de la preparación del próximo Sínodo de
Obispos que el papa Francisco ha convocado sobre los mismos jóvenes.
Salid de la comodidad. Os ruego que participéis, que lo favorezcáis, que recéis.
+Salvador Giménez, bisbe de Lleida.