Rezar por la unidad de los cristianos
Desde
hace muchos años los cristianos pedimos a Dios que nos conceda el don
de la unidad. Lo hacemos de forma ordinaria durante todo el año, pero
insistimos de una forma especial en la Semana de Oración por la Unidad
de los Cristianos, aceptada por todas las iglesias. En el hemisferio
norte esta Semana se celebra tradicionalmente del 18 al 25 de enero.
Estas fechas fueron propuestas en 1908 por Paul
Watson para cubrir el período entre la fiesta de san Pedro y la de san
Pablo, que tienen un hondo significado eclesial. En el hemisferio sur
donde el mes de enero es tiempo de vacaciones de verano, las Iglesias
frecuentemente adoptan otras fechas para celebrar esta Semana de
Oración, por ejemplo en torno a la fiesta de Pentecostés.
Cada año se propone un lema que unifica los
distintos aspectos de la actividad y los motivos especiales de la
oración. Generalmente es una frase bíblica o la recomendación para leer
todo un pasaje del texto sagrado. El de esta Semana se ha tomado del
libro del Éxodo: “Fue tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente
de poder” (15, 6), y se ha aconsejado que se lean los veintiún
versículos primeros de ese mismo capítulo en el que, tras el paso del
mar Rojo, Moisés y los israelitas entonaron un cántico en honor del
Señor.
Los materiales y las orientaciones pastorales para
esta ocasión han sido preparados por las Iglesias del Caribe bajo la
dirección de monseñor Kenneth Richards, arzobispo católico de Kingston,
que constituyó un equipo ecuménico compuesto de hombres y mujeres. Este
equipo de redacción presentó los textos, oraciones y meditaciones a un
equipo internacional patrocinado conjuntamente por el Pontificio Consejo
para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y el Consejo Mundial
de las Iglesias, que los aprobaron en la reunión mantenida en Nassau
(Bahamas) durante el mes de septiembre del año 2016.
Unas palabras sobre el tema central. Hoy los
cristianos del Caribe, pertenecientes a distintas tradiciones, ven el
actuar de la diestra de Dios en el fin de la esclavitud. Esta es una
experiencia unificadora de la acción salvífica de Dios. Por este motivo
se consideró muy apropiada la elección del canto de Moisés y María que
narra el citado libro del Éxodo.
Es un canto de victoria sobre la opresión que se
ha convertido en himno del movimiento ecuménico de la región. Y no sólo
con la mirada puesta en el pasado, porque nuevos desafíos amenazan otra
vez con esclavizar y menoscabar la dignidad del ser humano, creado a
imagen y semejanza de Dios. En nuestro mundo, marcado por el pecado
personal y por el de las estructuras, con demasiada frecuencia se
mantienen unas relaciones sociales que carecen de la justicia y de la
compasión.
La pobreza, la violencia, la injusticia, la
adicción a las drogas, la pornografía, y la pena, el dolor y la angustia
que causan, son experiencias que distorsionan la dignidad del ser
humano. En ese sentido, la diestra de Dios sigue dando esperanza a los
cristianos del Caribe, quienes nos hacen llegar su canto a todos los
cristianos del mundo.
En nuestra diócesis, la Delegación de Ecumenismo y
Diálogo Interreligioso se encarga de impulsar y animar los encuentros y
actividades pastorales que sobre este importante tema se organizan a lo
largo del año. Presta mucha atención a esta Semana e invita muy
encarecidamente a todos a participar en su desarrollo: Yo mismo, como
responsable de la diócesis, junto con los miembros de la Delegación,
recomiendo a todas las parroquias y comunidades cristianas que
constantemente oren al Señor para conseguir un día la unidad que Él
mismo nos pedía en el evangelio de san Juan (Jn 17, 11).
+Salvador Giménez, bisbe de Lleida.